Arte del descubrimiento
Y entonces dijo
“hágase la poesía”
pero la poesía no fue
algo distinto habían parido sus manos:
delirios corrientes adheridos al musgo
señales de alegría en onda corta
gratitudes de lecho marino, húmedas aún sobre la cama
y huesos blanqueados en el corazón de dios
evidentemente
eso no era poesía
y entonces dijo
sea
y el cuerpo se le hinchó de polvo azul y rojo
como lleno de amor
como al borde de la muerte
Arte de la evaporación
¿Que pasará cuando ya no sea
quien pase por encima de este asfalto?
Cuando el vértigo ya no asombre
y pueda sin temores desprenderme
¿A qué oído iré a parar?
¿en qué mirada escrutadora?
¿en qué memoria soberana
me iré plantando
como un noble silencio bienvenido?
¿Seré de sombras el reflejo?
¿o de lluvia?
¿Qué pasará cuando ya no sea?
Arte de la Sencillez
No ansío mucho,
la gente espera cosas
y luego se contenta,
planean viajes
compras
despedidas
comidas en su honor
y en su despecho
promesas de frac
nietos de humo
yo no entiendo nada
a lo sumo recuerdo manos que estuvieron
y me parece un milagro
haber estado también
como testimonio o castigo o sueño
a esta hora
los domingos
yo agradezco a mis fantasmas
Arte de la promesa
Cuerpo fiel
insobornable
antes de vos
yo no existía
y sin embargo
ahora me cansa
tu fiebre de colores
tu atrofia de pulgares
tu corazón al borde
tu anarquía inexplicable
qué vamos a hacer, cuerpo
yo me voy contigo
pero ya no es tiempo de extraviarse
ahora que se acerca la batalla
Por mi parte prometo estar,
cuerpo,
no te alejes.
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