tres textos honestos y cortos
porque solo somos palabras
hermanadas en los ojos
de ella
la que mira
(Lucas Braña. Cartas a ella, la que mira)
I
algo ha crecido
una furia recién instalada
en el manto gris
de donde nacen los sueños
un miedo que vence
por milésimas al sol
el cuerpo intacto
dice basta
el cuerpo intacto
maldice
pudre
se revienta
el cuerpo intacto
de avestruz
planea abandonarme
huyendo solo
a través de la noche
yo me quedo.
II
sería noble
imprescindible
patear el mundo por la borda
fingir
y luego creer
en ese camino desandado
probar
probarnos
y olernos luego
y repetir
asi en voz baja
-que así no-
que nunca será suficiente
luego podríamos calzarnos
el traje azul de la mentira
así
una y otra vez
lamiéndonos por siempre
las heridas
III
que suerte
tengo boca
puedo llamarte o callar
gritarte que me gustas
al oído de tu sexo
y no esperar respuesta alguna
porque
una suerte
tengo boca
y humo alrededor
y es gracias a ti
que puedo ser decadente
y luminoso
tengo para ti las manos
y la boca llenas
que suerte
que puedas reclamarlas
que las calles te conozcan
que sean así
tal como son
tus pasos y tus senos
o que llegues solo a callarme
a vaciarme las manos
a extinguir el humo
que suerte
tienes boca
puedes morderme y perdonarte
desahogar las mil razones
de tu carne o tu pudor
o esperar callada
y devorarme por completo
tengo para ti las manos
y la boca
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