Homo Erectus: Otra versión
Ese primer hombre
mitad mono
mitad divino
al erguirse por vez primera
por sobre el polvo de su vientre conocido
¿habrá sentido el vértigo de su propia altura?
¿habrá visto mas de cerca a las estrellas?
¿habrá gritado de contento
algún ruido, chillido, palabra?
¿Habrá tenido alguna mujer
también erguida que abrazar?
O…
¿No habrá sido mujer
ese primer hombre
mitad mono
mitad divino?
No existir (o variaciones paranoides sobre la imposibilidad de renovar
mi cédula)
La muchacha frunce el ceño
quiebra los labios
aprieta con sus dedos
un insecto imaginario
finalmente
sus ojos se iluminan
-Su padre no consta, por tanto
usted no existe-
Tres segundos pasan
en silencio
y yo ahí parado
mirándola reir
existiendo pese a ella
desmintiéndola.
Breve historia de un amor visto en un café
de una ciudad que no tolera los cafés donde se ven breves historias de amor
A Satya, Nikki y Helen
que saben mas del amor
que cualquier cura o cualquier juez
Ella, la primera
espera en el café,
la prisa de la calle ahí no suena
y del corazón le gotea chocolate
Ella, la segunda
llega y cierra su paraguas
aún así está empapada
y su frío es una excusa
que ella, la primera
utiliza a su favor.
Se besan y el reloj no se detiene
ni se da vueltas el mundo
ni surjen de sus pies las mariposas
se besan y es un amor común
pero ellos, los terceros
sienten perturbada su idiotez
Les piden que salgan
que huyan
que desaparezcan
o que por lo menos
dejen ya de besarse
Ellas
embarcadas como están
en el viento de su amor común
no los escuchan
han llegado del frío
y lo han vencido
Ellas se aman
y se quedan.
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