I
Ese lugar
que abres
y escondes
Tuyo
desde ahora
para nunca
mío
II
Yo me voy disolviendo en la memoria
como sueño lanzado al agua
donde nada es ancla
donde no flotan cuerpos
Pero vos
ojerosa y tímida
pájaro tembleque
alas de fuego azul
vos tampoco permaneces
III
Hasta donde se
el amor es un diente
que devora y quema
así y todo
devorados
incendiados
así
somos felices
IV
-Una clepsidra
es un reloj de agua-
me decía
con el cuerpo atravesado
en otro cuerpo
(el mío)
-que va marcando el tiempo
al caer
gota
por gota-
su cuerpo
ojo de la cerradura
por donde espiaba el universo
también se fue cayendo
V
El olvido se acerca
y no hace ruido
ni es fantasma
ni ataca en la inocencia
de convocarlo
el olvido
se acerca
el olvido
y después nadie se acuerda
VI
Amo los parques
donde llegan esos amantes siderales
derramando babas y amor por el camino
y uno puede seguirles el rastro
olfateando entre los árboles
el ároma crudo y delicioso de su prisa
y encontrar en esa rama
en esa piedra
en ese arbusto
un poco de razón desprendida
junto a los zapatos
y mas allá
el jadeo apresurado
el amor en plena dicha
la espuma de su miedo
el temblor de su miedo
A veces alguien llega y los expulsa
del pequeño edén sin fruto
y no pueden mantenerse erguidos
por haber dejado tanta vida
regada
ahí
en el pasto
VII
Que hacer
con estas ganas
de quemarte las entrañas
con mi vida
con la vida
que hacer
con estas ganas
de quemarte
VIII
Hay días
en que así
me quedo
perpendicular al planeta
quieto
y pienso en el amor
con la punta de los dedos
el aire se hace luz
la luz
fruta
la fruta se hace palabra
y la palabra mujer
y la devoro
sin cubiertos
en la hoja cómplice
luego la vomito
IX
te tuve
es decir me tuviste
es decir nos tuvimos
es decir éramos
de cada uno
y de cada otro
he ahí la maravilla
y la tragedia
X
Es evidente
al menos para quien observe
que el cielo ha crecido
con los años,
que es angustiosa la estrechez del mundo
que pasan como ráfagas las horas
y que el cuerpo de donde bebo
apenas una mancha
de sangre
en las paredes.
XI
Uno viaja
pero nunca retrocede
nunca el rio
ni el tiempo
son los mismos
uno dice
amor
pero nunca retrocede
nunca el beso
ni el orgasmo
son los mismos
que alegría.


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