XI
Te pido
que el olvido no demore
que sea como una ráfaga
sin perdones
sin remordimientos
Yo aprendí a amarte
con el tiempo de una caracola
como si nos sobrara
la eternidad
y en verdad nos sobraba,
por eso ahora
que somos dos huellas paralelas
dos vértices sin sombra
no tiene sentido
aferrarse a la nada.
Olvidame
deja que me trague la memoria
deja que me vayan cubriendo
las peores nostalgias,
no saques nada bueno de mi
no repases viejos sueños
no le ofrezcas ni una tregua
a tu duda,
cree en tus temores
confirma que soy malo
desde la cuna,
que yo soy el culpable,
el asesino,
que tu sencilla belleza
está lejos de mi alcance,
que no te merezco simplemente.
Repítelo
repítelo hasta hartarte
hasta que mis iniciales sean
un lugar prohibido
donde los niños
no pueden acercarse
y donde las palomas mueren
de viejas,
saca a la calle
tu rencor mas puro
golpeame con tu alegría
con el guión de tu vida
con tu futuro transparente
que yo escogeré mirarte
desde lejos
sintiendo cómo se me escapa
la inocencia.
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