Detrás de la Cortina
A quienes prefieran el frio de la caida libre a la tibia tranquilidad del borde
Se abandona algo mas que la casa
(no es uno quien escoje
con qué se llenan las maletas)
Al salir
alguien profetizó mi retorno
y sin saberlo
me condenó al orgullo de la ausencia
Basta con decir
que ya nunca regresé
Otras moradas
como otras entrañas
me vieron colgar en sus paredes
los cuadros del frio
y de la rutina
en mas de un colchón
hice refugios
que a veces compartía
con los daguerrotipos
(nadie entendió del todo
mi amor por lo antiguo)
en otras habitaciones
tragué el llanto ocasional
de saberme solo
y en otros techos
me escapaba por las noches
tan solo para ver el cielo
con los ojos de una lechuza
Aprendí a caer, en todo caso
a caer por las ventanas
de todo lo que tocaba
a caer de mañanita con el sol
mojándome con la leche
como los panes del desayuno
y a caer en pleno mar
cuando cerraba los ojos
porque nunca aprendí a concentrarme
en las clases o en los velorios
No se llega a ser fantasma
sin probar algo de vida
no se llega a ser ceniza
sin prenderse primero
Tal vez por eso
dije que si cuando llegaron
a mi puerta los demonios
Tuve que ser y fui
Probé a dentelladas lo prohibido.
Hasta ahogarme
me quedaba en las fronteras
de los barrios que dormían
y en plena luz
era capaz de transformarme
y trabajar como si nada
como las hormigas que bajan
por las tuberías
a quienes nadie pregunta
por desvelos u olvidos
Si enfermaba
aprendí a no morir
y con eso era suficiente
Poco a poco me quedaron cicatrices
como los zarpasos de una araña cósmica
que por las noches atoraba
los codos y la garganta
(hablo de gente que nunca volví a ver
danzando en la cuerda floja
de mi deseo)
Tal vez por la costumbre de las maletas
tal vez por imaginarme
en transito contínuo
tarde años en buscar mi sitio
(es una forma de decir quedarse)
pero cuando aprendí que es posible
quedarse sin estar
como se queda el calor en memoria del fuego
o como se quedan los ecos
de lo que fue sonido
empezé a olvidarme otras cosas
y conocí el cabreo
de no ser el mismo
Hoy miro las cortinas
de esta casa que es guarida
de insomnios, duermevelas y de amigos
hoy preparo café
y salgo cuando llueve
y lavo la ropa
con la seriedad de un niño
y hago compras los domingos
y salgo a dar talleres y escribo
y vendo libros y viviendo vivo
y a veces hago pausas
para ver como siguen los sueños
si alguien ya los vivió
si aun están dormidos
y pienso que detrás de las cortinas
el mundo cae a pedacitos
habrá que salir a desmentirlo
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