En Japón (tenía que ser en Japón, desde luego) a alguien se le ocurrió estudiar a los poetas. ¿Quienes son estas personas grises? ¿qué cara ponen cuando no les alcanza la inspiración para cantar ni media línea o cuando luego de la inspiración les falta comida en la nevera? ¿Cuál es su primera reacción luego de horas y horas encerrados consigo mismos? ¿qué comen? ¿de qué hablan cuando dicen algo? ¿que taras de sueño, de dieta, de comportamiento sexual les define?
Esta por demás decir que a muy poca gente le interesó invertir en un proyecto de investigación tan aburrido e intrascendente; ya se sabe, los japoneses son gente excéntrica pero práctica, poco les importa la vida sexual de los poetas pero se desvelan inventando aparatos electrónicos que simulan un beso. Sin embargo, cierto empresario textil de Nagumoto, una ciudad muy poco dada a las expresiones poéticas, decidió apoyar al entusiasta grupo de investigadores.
Enseguida se pusieron manos a la obra. El equipo era pintoresco y diverso: Un sociólogo aportaría la rigurosidad metodológica que cualquier análisis social que se precie debe tener; tres ingenieros diseñarían los
softwares y las plataformas tecnológicas con las que se realizaría el monitoreo y evaluación de los resultados; un genetista y una bióloga tratarían de encontrar similitudes entre el ADN de los poetas y el de otros sectores relevantes de la población (digamos futbolistas, por poner un ejemplo); dos antropólogos y un entomólogo tratarían de determinar una línea base de comportamiento cultural con miras a desarrollar una teoría general sobre la poesía y finalmente un filósofo, una cineasta y un ex policía serían los encargados de coordinar el trabajo, documentar el proceso de investigación y brindar seguridad al equipo de trabajo.
Los ingenieros y el sociólogo se encargaron del proceso de muestreo. Luego de largas jornadas estadísticas terminaron por definir una muestra de 536 escritores de todo el mundo. A todos ellos se les haría un seguimiento exhaustivo, minucioso y secreto. A todos ellos se les habría de seguir la pista. 536 individuos repartidos en los cinco continentes. 3 de ellos son ecuatorianos...
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