jueves, febrero 24

El Viaje


La arena se abría, 
mordía despacio 
con dientes de caracola, 
pero ineludiblemente me iba devorando; 
yo solo sentía el calor del primer sol
mientras el ruido de las olas 
descendía conmigo
y yo
bajaba hasta su terso y húmedo labio de sal. 

A casa 
regresó mi opuesto
animado por la inercia y los amigos
pero yo me quedé
habitando el mar

0 opiniones, y tu?:

Seguidores

Blogger templates

Blogger templates

Blogroll


Popular Posts