Reir; segunda parte (cuando la chispa alcanza, pero la encierra el vacío)

 Reir; segunda parte (cuando la chispa alcanza, pero la encierra el vacío)

A mi bisabuelo

que supo reir de dolor para no volverse loco de soledad

Hoy
a solas
apenas
me gustaría sonreir por un instante
y me apaña unicamente la certeza
de que la risa es un placer fugaz
que no sirve de nada
ni alivia dolor alguno

¿para que reir?
si atrás del hombre
se amontonan los huesos
nunca florecidos
del hambre
la miseria
y el dolor

¿para qué reir?
si los abrazos no encuentran eco
entre las caras vacias
de la gente que quise querer
y no pude
de las horas que quise abrazar
y no viví

¿para qué reir?
si estoy solo y nadie me escucha,
al menos el llanto no requiere de testigos,
pero la risa
con su carga de esperanza
de grata blasfemia
de sinfónica locura
pierde sentido
si no contagia,
simple y llanamente
porque las risas solitarias duran poco
y se apagan
como un tizón sin lumbre
como un sístole sin corazón
y una risa apagada
duele mas
que no reir

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